A través de la Norma ISO 27001 se establece un marco para proteger la información confidencial y sensible, mitigar riesgos y garantizar la continuidad de cualquier negocio. En este artículo, hablaremos en profundidad sobre este estándar internacional, cómo implementarlo, los aspectos clave para comprenderlo y algunos puntos destacables para las organizaciones sea cual sea su giro de negocio.
La Norma ISO 27001 es una estándar internacional que establece los requisitos necesarios para un sistema de gestión de seguridad de la información (SGSI). Esta norma se basa en un enfoque de ciclo de vida que consta de cuatro etapas: planificar, hacer, verificar y actuar (“PHVA”). Fue desarrollada por la Organización Internacional de Normalización (ISO) y la Comisión Electrotécnica Internacional (IEC). La norma es aplicable a cualquier organización, independientemente del tamaño, sector o ubicación geográfica y está enfocada en la seguridad y protección de la información confidencial contra amenazas cibernéticas externas e internas (errores humanos o fallas técnicas).
La implementación de la Norma ISO 27001 en una organización es un proceso detallado que consta de varios pasos. Este proceso comienza desde la identificación de los activos de información críticos hasta el establecimiento de procedimientos de seguridad para mitigar los riesgos “localizados”. Te lo presentamos a detalle:
Se identifican detalladamente los activos de información críticos y se evalúan todos los riesgos asociados con ellos en caso de que ocurra un incidente. Los activos de información pueden ser cualquier cosa, desde documentos impresos hasta sistemas informáticos y bases de datos. En esta fase, puede requerirse la colaboración de varios departamentos de la organización y por supuesto, a modo de complemento, se deben identificar las medidas de seguridad actuales y las vulnerabilidades del sistema(s) informático(s) en cuestión.
Esto implica desarrollar políticas y procedimientos de seguridad que deberán quedar registrados en documentos que aborden las políticas de acceso a la información, la gestión de contraseñas, la gestión de copias de seguridad, la gestión de incidentes de seguridad y la gestión de terceros, por decir algunos.
Los controles de seguridad pueden incluir medidas técnicas como firewalls y sistemas de detección de intrusiones, así como medidas físicas como la instalación de cámaras de seguridad y la identificación de visitantes. La implementación de los controles de seguridad también puede requerir cambios en los procesos y procedimientos de la organización.
La cuarta y última etapa de la implementación de la Norma ISO 27001 implica monitorear el SGSI y realizar mejoras continuas. Esto implica la revisión periódica de las políticas y procedimientos de seguridad, la evaluación continua de los riesgos de seguridad y la identificación y solución de cualquier problema de seguridad.
Es un hecho a veces no se cuenta con el personal o recursos necesarios para generar estudios o evaluaciones de ciberseguridad, pero, se deben ciertas acciones en la operación organizacional diaria para proteger el ecosistema digital en el que están inmersas las compañías:
La Norma ISO 27001 es un estándar de seguridad de la información que se ha convertido en un requisito básico para las empresas de todos los tamaños en la era actual. La implementación de esta norma puede ser una tarea desafiante y compleja, pero puede tener enormes beneficios para la protección de los activos de información críticos de una organización.
Cabe aclararse que, no es solo un proceso técnico, sino que también requiere el compromiso y la participación de toda la organización. La cultura de seguridad es crucial para el éxito de la implementación de la norma, y esto solo se puede lograr a través de la sensibilización y educación de todos los empleados.
No te olvides de guardar y compartir este artículo con tus colaboradores o directivos, ¡Seguro que les será útil! Preocuparse por permanecer a salvo en el entorno digital ya no es una opción, ya es crucial y sumamente necesario.